4 tips imperdibles para mejorar tu flotabilidad

El control de la flotabilidad es una de las habilidades más importantes para dominar cuando se trata de bucear y practicar el vuelo estacionario en la piscina, es una de las mejores maneras de marcarlo.

Flotabilidad

Si ya estás inmerso en este mundo, conocerás o has visto a esos buceadores que parecen practicar el control de la flotabilidad sin esfuerzo. ¿Tú, por el contrario, sientes que solo tienes un leve control de tu posición en el agua y luchas por estabilizarte? Tranquilo… Muchos buzos se han sentido así en algún momento.

Una de las formas más fáciles de mejorar y sentirse más cómodo con la flotabilidad es pasar unas cuantas horas en la piscina practicando lo que se conoce como: el vuelo estacionario, todo con el fin de mejorar en aguas abiertas. A continuación te contamos esos consejos que no te puedes perder:

Empieza desde cero

 

En este punto, tu instructor de buceo enfatizará en la demostración del vuelo estacionario…Comienzas por dejar salir todo el aire de tu BCD (Chaleco de buceo). Ahora bien, si comienzas desde cero terminarás con una idea más precisa de cuántas ráfagas de aire necesitas agregar para lograr una flotabilidad neutra. Esta cantidad cambiará en el océano a medida que profundices y te encuentres bajo más presión, pero practicando inicialmente en una piscina dominarás a la perfección esta situación.

Agarra impulso

 

Agarraste una pequeña ráfaga de aire para tu BCD, pero aún te encuentras arrodillado en el piso de la piscina, es decir que tienes una flotabilidad negativa, entonces ¿Qué debes hacer?

Después de cada pequeña ráfaga agregada, debes inhalar fuertemente para lograr levantarte del suelo, si sigue siendo negativa, agrega una pequeña ráfaga más inhalando aire nuevamente. El objetivo de todo esto es flotar sin peso para no tocar el suelo ni romper la superficie de la piscina… Si después de esto logras quedarte como estatua y suspendido en medio del agua, has logrado una flotabilidad neutra.

Aprende a conocer tu respiración

 

Después de lograr la flotabilidad neutra, el verdadero trabajo está en la respiración, si bien tu cuerpo debe tener una inclinación y una posición específica, la idea es lograr mantener el cuerpo en esa posición. Lograrlo radica en confiar en tu respiración. Toma pequeñas inhalaciones como si estuvieras bebido de un pitillo delgado.

Cuanto más cortas sean las inhalaciones más tiempo podrás lograr la flotabilidad neutra, para esto te aconsejamos escoger un punto fijo dentro de la piscina, practicar la respiración corta pero continua y si notas que después de unas 3 o 4 inhalaciones estas ascendiendo demasiado, exhala inmediatamente.

Escoge la mejor posición

Colócate en una posición lo suficientemente cómoda, una posición en la que puedas estar durante unos minutos y con la que te sientas bien. No te guíes por la posición que normalmente hace tu instructor, tú también puedes intentar nuevas opciones. Ahora bien, si tienes la tentación de usar tus manos con el fin de sostenerte, te aconsejamos envolver tus brazos alrededor de las rodillas.

Si eres una persona alta, intenta adoptar una posición en donde te vuelvas lo más pequeño posible, así los cambios en profundidad no se sentirán tanto. Es el momento… una vez hayas encontrado la mejor posición, no te muevas, no permitas que los cambios en la inclinación, por ejemplo, te distraigan; solo concéntrate en permanecer inmóvil a la misma profundidad.

Sin lugar a duda, aprender a manejar la flotabilidad es esencial, por eso nuestros cursos empiezan en una piscina y terminan en aguas abiertas, todo esto con el fin de ayudarte a perfeccionar y aprender todos los conocimientos que necesitas para tener éxito. ¡Recuerda! Será importante que siempre realices una prueba de flotabilidad cuando llegues a un nuevo destino, ya verás que después de un poco de práctica y de leer estos consejos, empezarás a forjar tu camino para llegar a ser ese buzo experimentado con el que sueles maravillarte.